Alicaído

Ahí estaba el ángel, sentado en la misma posición que el pensador, todo estropeado: Sus alas ya no eran alas, apenas les quedaba el esqueleto. Y no paraba de llorar.
- ¿Por que lloras?
- Mírame bien, ya no puedo volar
-¡Pero quién le ha hecho esto a tus alas!
- El corazon de un hombre. Te juro que hice todo para hacerlo feliz, pero su amargura soplaba demasiado fuerte.
-Pero tu eres un ángel
-Correcto, un ángel, solo eso.

Gente que no mide sus actos, gente que mira con rabia y con asco, donde estamos?
Yo aun estoy aquí atenta a tus pasos .-

Mundo... já!

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